miércoles, 18 de junio de 2008

Jamás podremos deshacernos del arte

La proliferación cuantitativa de arte y de artistas profesionales, cuestiona la pertinencia de una obra de arte en estos tiempos, que pareciera difícil y más aún insostenible.

Se tiene a disposición gran cantidad de dispositivos de comunicación para el uso artístico, de hecho el auge 'galerístico', entre otros eventos, ha permitido a muchos artistas emprender su carrera exhibicionista.

De otra manera menos oficial, la web y las revistas o libelos han funcionado como un sensato medio de socialización, en cuanto que un tipo de artistas, no galerístico, necesita de otras opciones o medios para la discusión, debate y en últimas, muestra de sus “obras”.

Consciente de esta situación, -de la inflada oferta y demanda de 'arte' entre otros excesos-, es motivo de estudio y reflexión la posición que un estudiante de artes, -como yo-, debe tomar frente al panorama.

Más que un motivo de alegría, la propagación de arte recae en la nostalgia del mismo. Lo sublime no es ya cosa de éste, ni lo extraordinario un valor necesario; es la mutación histórica y esta más que clara en eventos con un marco teórico como el del Encuentro Internacional de Artes de Medellín 2007[1], al que se le ajustan teorías posmodernas como la importancia de lo relacional, el 'interés sobre lo ecológico', la antropología social, el individuo, la 'democratización del arte' y lo cotidiano etc. Pero es un campo paradójico, pues las intenciones democratizantes son lo primero que se museifica, como si se hubiera fosilizado y es la intención pura exhibida para que los individuos del mismo campo de este arte puedan apreciar sus propias buenas intenciones[2] (entre otras contradicciones discursivas).

Esto es por una parte, ya que por otra (entre otras) a pesar de estas teorías y del presente abundante en información etc., también prolifera la génesis de galerías, de curadores-comerciantes, oficiantes y creadores de arte pompier[3]. Así, los 'valores tradicionales' del arte, aplicados en nuestra época posmoderna –post-mortem- se ven banalizados y reducidos al mercado y a la decoración.

La 'sensación fantasma[4]' que contiene la abundancia de Arte no es el problema de 'arcaicos anti-posmodernos' ni de 'ultramodernos radicales, es la insipiencia e insipidez indudable del aparato artístico[5].

Actualmente el arte, distando (muy diferentes periodos históricos) de la 'experiencia estética', refleja un estado de 'indiferencia' sin precedentes. Las intenciones cognoscitivas -en un sentido revelador- del mundo o de la existencia, han pasado a figurar como ideas de épocas ajenas (no por ello entendidas, ni superadas), y lo fantástico, sublime o maravilloso no significa mucho más que divertido. Una de las salidas para nosotros los jóvenes artistas, inmersos en esta atmósfera 'artística' ha sido la ironía seudocrítica, (ya muy demasiado común), en la que tanto la idea de creación como el concepto de arte esta absolutamente vacío y lo único que queda es el chiste de la institucionalización de la 'nada', y el problema es que el mismo chiste no es divertido luego de dos veces, pues se torna enfermo y sintomático claramente de que 'no hay algo que este bien'.

En La superioridad de lo falso[6], texto escrito por una joven critica neoyorkina llamada Cheryl Bernstein, que verdaderamente no existe, se hace un análisis conceptual de la obra de Herron, que tampoco existe y quien copia todas las pinturas de Frank Stella como un gesto artístico analítico. Este texto tiene diferentes niveles de significación, pero clave para la idea desarrollada en el presente es la cualidad premonitoria de los conceptos que se desarrollan en él.

El incógnito autor original del articulo, dice a la voz de Berstein, que el gesto de Herron es una estrategia de punto de fuga ante el 'estancamiento del arte' en lo formal y a la vez la 'trascendencia del arte a su esencia', que en este caso en particular seria el contenido del arte, el Arte en-si[7], y describe que este hecho artístico 'niega cualquier desarrollo formal nuevo', pues lo formal no es ya el problema ni la pregunta; 'lo formal es una repetición, es una farsa de si misma'.

El gesto artístico es realmente el texto, puesto que ni Berstein ni Herron son verdaderos, es el texto como información no-verdadera pero real, es decir existente, la que propone reflexiones artísticas sin 'necesidad del arte'. Evadiendo de cierta forma el problema formal, en el texto de Berstein se propone que se evita la experiencia inauténtica, la experiencia con farsas formales que son repeticiones de si mismas.

Actualmente, podemos ver que las condiciones formales son mas bien prototipos que cubiertos por la oficialidad institucional toman un valor agregado ajeno a los sentidos de las obras. Estos prototipos no son tan solo los más tradicionales, como la pintura y la escultura, pues el arte procesual-relacional se adapta muy bien museográficamente a prototipos exhibicionistas de tipo lounch o sala de estar casual y sigue por ende estando inmerso en un problema formal.

También la ironía seudocrítica actual (nuevos ricos, eNvideo Awards, El cantante, The remembres, maquinas que hacen graffitis, micos que pintan, etc.) recae en esto, ya sea usando la formalidad tradicional para burlarse, o no usándola, de manera sarcástica, -lo cual es también una estrategia formal- pero dentro de contextos artísticos institucionales, así, el valor agregado es lo artístico. (De otra forma seria un simple show de aurtistas neopunks).

Antecedentes y referentes

El hecho de evitar la experiencia inauténtica no quiere decir que se tenga una experiencia estética.

De hecho, encuentro no artísticas las efectivas propuestas que concienzudamente se salen de lo formal y de lo oficialmente artístico, que aunque logran evitar la experiencia inauténtica, como farsa artística, siguen sin ser experiencias estéticas.

Un buen ejemplo es Nikeground, un proyecto de 0100101110101101.org y Public Netbase que trata de todo un montaje aparentemente institucional, de que la empresa Nike propone apropiarse del espacio publico en Viena, cambiando de nombre la plaza Karlsplatz por Nikeplatz y poniendo un monumento gigante del símbolo de Nike en mitad de esta. Todo es un montaje, pero 0100101110101101.org y Public Netbase se encargan de que parezca oficial, así las personas de Viena creen que su plaza va a ser tomada por Nike. Esto resulta en cartas, por parte de los habitantes, demandando que ese espacio es público y que les es inaudito que se lo apropie la empresa. Nike demanda a 0100101110101101.org y Public Netbase por usar su firma, pero estos últimos inteligentemente ganan la demanda con un abogado iniciado en conceptos artísticos, que argumenta desde teorías del consumo y del signo que el “chulo” de Nike le pertenece al mundo y no a la empresa, al igual que la cruz o una estrella es un signo que pertenece a todos y a nadie[8].

Este caso, como muchos mas, pertenece a cierto campo del arte que se ve obligado a dejar a un lado la 'la importancia formal o farsa artística' antes nombrada para entrar en otros campos de acción, aislado de "los criterios consagrados del arte" e insertado de manera aveces imperceptible en la realidad vivida y funcionando como un dispositivo de juego y de pensamiento con respecto al 'estado de las cosas' del presente histórico.



[1]Mas información: http://www.encuentromedellin2007.com.

[2] Basta con enterarse un poco de los planteamientos teóricos de este arte relacional-social (MDE07) y compararlos con los hechos para darse cuenta que las teorías están forzadas a una realidad, cosa complicada, pues parece a veces que esta realidad no comprende o no necesita de esos mecanismos, además de bastantes otras inconsistencias en sus planteamientos, en lo que considero innecesario gastar tiempo. Mas información: http://www.encuentromedellin2007.com.

[3] Expresión con la que me refiero al arte oficial y acostumbrado, un buen ejemplo de arte oficial local contemporáneo acostumbrado es la obra de Botero, con su pintura “Fiesta Nacional” terminada por las pinceladas del presidente Uribe.

[4] Sensación que queda del miembro o extremidad luego de la amputación.

[5] Todo lo concerniente al arte institucionalmente hablando: además del artista, la obra de arte, el curador, el museo, la galería, el comprador, el público, los aparatos burocráticos y administrativos.

[6] En el libro La idea como arte Documentos sobre arte conceptual, Editorial Gustavo Gili, S. A., Barcelona, 1977, recopilación de ensayos por Gregory Battcock.

[7] La esencia del Arte es finalmente la búsqueda del arte conceptual de finales de los años 60s y principios de los 70s. La idea como obra de arte plantea de fondo una búsqueda por el Arte puro, así como el concepto de iconoclastia en Baudrillard, en el que La imagen, el icono, es decir, la cuestión formal, reemplaza al Dios que pretende representar, en este caso al arte, por lo cual deja a un lado el problema de su-misma existencia, la representación anula al Dios, la sobre formalidad en el arte anula al arte. Léase la entrevista a Jean Baudrillard hecha a partir de su texto La ilusión y la desilusión estéticas: http://www.analitica.com/va/arte/portafolio/4417813.asp.

[8]Nike Ground, Guerrilla marketing or collective hallucination? 2003 – 2004 Para mas información del proyecto: http://www.nikeground.com, http://0100101110101101.org.

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